El análisis de los perfiles criminales es una herramienta fundamental en criminología aplicada y en la investigación forense. Lejos de la visión mediática o ficcional que popularizan series televisivas, el perfilado criminal requiere una sólida base científica, especialmente en el conocimiento de la personalidad, la conducta antisocial y los factores de riesgo. Autores como el profesor Antonio Andrés Pueyo, catedrático de Psicología en la Universidad de Barcelona, han sido claves en la consolidación de un enfoque riguroso para la evaluación del comportamiento criminal y la predicción del riesgo.
Su función principal es la elaboración de perfiles psicológicos de delincuentes desconocidos a partir del análisis de la escena del crimen y de otras evidencias relacionadas.
En este artículo abordamos los perfiles criminales desde una perspectiva criminológica, integrando dos pilares esenciales: los fundamentos de la personalidad y la predicción del riesgo. Estos elementos permiten comprender no solo quién es el autor de un delito, sino también qué probabilidad tiene de reincidir.
¿Qué son los perfiles criminales?
Un perfil criminal es una reconstrucción hipotética de las características psicológicas, conductuales y sociodemográficas de un posible autor de un delito, a partir del análisis de la escena del crimen, las víctimas y el modus operandi. No se trata de identificar a una persona concreta, sino de delimitar un conjunto de rasgos que pueden orientar la investigación.
El perfilado es especialmente útil en delitos graves como homicidios, agresiones sexuales, incendios provocados o secuestros, donde el comportamiento del agresor puede revelar patrones consistentes y repetitivos.
Fundamentos de la personalidad criminal
Uno de los elementos clave en la elaboración de perfiles es el estudio de la personalidad del sujeto criminal. La personalidad no debe entenderse como un conjunto fijo de características, sino como una organización dinámica de disposiciones cognitivas, emocionales y conductuales que interactúan con el entorno.
En este sentido, el profesor Antonio Andrés Pueyo ha señalado la importancia de los rasgos de personalidad como predictores del comportamiento delictivo. Rasgos como la impulsividad, la falta de empatía, el narcisismo o la baja tolerancia a la frustración pueden estar asociados con conductas violentas o delictivas, especialmente cuando se combinan con factores situacionales y sociales.
El principal problema del concepto de peligrosidad es que hace alusión a una etiqueta genérica (no diferencia formas delictivas), estática (fija en el tiempo), discreta (no tiene niveles, es dicotómica) y que no concreta variables específicas del sujeto vinculado a la misma. —Juan Alejandro Montoro Sánchez, FLORES PRADA, I., & Sánchez Rubio, A. (2024). Valoración de la peligrosidad en al adopción de medidas cautelares (p. 401). Tirant lo Blanch.
El enfoque dimensional (como el modelo de los Cinco Grandes rasgos de personalidad) permite analizar cómo ciertos perfiles tienden a la transgresión de normas sociales o a la dificultad para modular las emociones.
Asimismo, es esencial distinguir entre trastornos de la personalidad (como el trastorno antisocial o el trastorno límite) y patrones de personalidad desadaptativos que, sin constituir un diagnóstico clínico, pueden influir en la conducta delictiva.
La predicción del riesgo criminal
Otro componente esencial del perfilado es la evaluación del riesgo de reincidencia o peligrosidad criminal. Este proceso implica estimar la probabilidad de que una persona cometa un nuevo delito en el futuro, lo cual es de gran utilidad en contextos como la ejecución penal, la libertad condicional o las medidas de seguridad.
Según Pueyo, la predicción del riesgo no debe basarse en intuiciones o estereotipos, sino en modelos empíricamente validados. De hecho, ha sido pionero en la implementación de instrumentos actuariales y estructurados de evaluación del riesgo, como el HCR-20 o el SVR-20, que integran variables clínicas, históricas y contextuales.
La evaluación del riesgo se basa en tres niveles:
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Riesgo estático: Variables históricas no modificables (edad del primer delito, historial delictivo, diagnóstico psiquiátrico).
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Riesgo dinámico: Factores modificables, como el consumo de drogas, el control de impulsos o la red de apoyo social.
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Riesgo de gestión: Aspectos relacionados con el entorno del individuo y las estrategias de intervención disponibles.
Estos niveles permiten no solo estimar el riesgo, sino también diseñar planes de prevención secundaria y tratamiento criminológico individualizado.
Perfilado y prevención: un enfoque integral
El análisis de perfiles criminales y la evaluación del riesgo deben entenderse como herramientas no solo para la investigación, sino también para la prevención del delito. Esto implica intervenir sobre los factores de riesgo antes de que la conducta delictiva se produzca o se repita.
Desde la criminología contemporánea, se aboga por un enfoque multidisciplinar, donde psicólogos, trabajadores sociales, juristas y criminólogos colaboren para comprender y gestionar mejor el fenómeno criminal.
Los perfiles criminales: una herramienta para la predicción del riesgo
El perfilado criminal, cuando se aplica con criterios científicos, es una valiosa herramienta al servicio de la justicia y la seguridad. Basado en los fundamentos de la personalidad y en modelos rigurosos de predicción del riesgo, permite conocer mejor a los sujetos que cometen delitos y actuar de forma preventiva para evitar nuevas víctimas.
La obra de referentes como Antonio Andrés Pueyo ha sido determinante para profesionalizar esta área en el ámbito hispano y para incorporar la evaluación del riesgo en las políticas públicas de justicia penal. En este camino, la formación continua en criminología y psicología forense es clave para seguir avanzando hacia una sociedad más segura y más justa.
Este contenido, en el Máster sobre la Prueba en el Proceso Penal
Los conceptos de perfilado criminal, personalidad antisocial y predicción del riesgo no solo son fundamentales en la práctica criminológica, sino que también forman parte del contenido académico del Máster de Formación Permanente sobre la Prueba en el Proceso Penal de Tirant Formación y la Universitat de Barcelona.
Equipo docente de alto nivel
Estos son algunos de los profesores que forman parte del equipo docente del Máster.
En el Módulo III del programa —dedicado a los aspectos psicológicos y científicos de la prueba penal—, el profesor Antonio Andrés Pueyo, catedrático de Psicología de la Universidad de Barcelona, guía a los estudiantes en el análisis del comportamiento delictivo desde una perspectiva forense y rigurosa. Este módulo permite comprender con profundidad cómo se integra la evaluación de la personalidad y del riesgo criminal en la práctica probatoria, aportando herramientas claves para abogados, jueces, fiscales y otros operadores jurídicos.
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